ANA
La casa está pensada por MariaDo y su familia para TODOS, de la A a la Z, los que tienen cualquier discapacidad y los que no. Está todo facilitado y adaptado porque ellos creen que así debe ser, que la vida es para todos. Es una casa espaciosa, confortable y decorada con cariño, respeto y gusto exquisito. Nosotros disfrutamos especialmente en su amplia y funcional cocina en la que, sin embargo, se respira encanto y tradición.
Y, además, esta casa está en un entorno intacto y fascinante, al cuidado del monte Mendaur, que tenemos que seguir descubriendo (¡porque vamos a volver!)
Santi y MariaDo han sido tan cercanos (te asesoran, durante un ratito te permiten formar parte de su trabajo en la granja, te acompañan si lo necesitas, te sonríen…),tan eficientes para que todo saliera bien (¡¡y qué bien ha salido!!), que han hecho de estos días un recuerdo inolvidable.
Valoramos con 5 ***** a UTXUNEA y recomendamos la estancia a todos, ya sabéis, de la A a la Z.
Gracias de nuevo, Santi y Mariado. Vosotros y UTXUNEA le dais una nueva perspectiva y un valor añadido al turismo rural.
Hasta muy pronto, hasta siempre.
Daniel, Pepa y Chuchi. Miguel, Helena, Raúl y Ana.
CRISTINA
Nos hemos reunido allí dos familias con 6 niños en total, de 6 años los mayores y 19 meses la pequeña. Uno de los adultos va en silla de ruedas, así que ese es el motivo por el cual localizamos esta casa rural.
La casa esta totalmente adaptada para personas con discapacidad física, es decir, carece de barreras arquitectónicas. Cuenta con una amplia cocina, que permite reunirse un gran número de personas ante la mesa. Se puede disfrutar mucho del momento gastronómico y de la sobremesa. Ya que la mesa tiene capacidad para numerosos comensales y a continuación tiene un salón donde poder acomodarse en los sofás, ante el calor de la lumbre.
Los baños son muy espaciosos y completos, da gusto utilizarlos tanto por las personas con discapacidad como por las personas sin ella. La decoración esta cuidada al más mínimo detalle así como la limpieza. Es una casa verdaderamente acogedora, con todas las comodidades que puedas requerir: horno, microondas, lavavajillas, lavadora, frigo, congelador, etc.
La posibilidad de conocer directamente la dedicación de una familia a la explotación ganadera no pasa por alto. Interesante poder visitar una granja familiar, tenerlo allí al lado y ver como pastan las vacas la rica hierba de estos valles y poder degustar la leche que producen. Leche leche, la de toda la vida. Además es una oportunidad estupenda para los niños, como disfrutan darles de comer a las vacas y a los terneros., algunos de ellos de escasos días.
El entorno es fabuloso, precioso paisaje, cargado de encanto y tranquilidad. Un valle que enamora por su naturaleza y buena ubicación, ya que a escasos 4 km se encuentra la localidad de Santesteban, con todos los servios necesarios. Por cierto, a 20 minutos en coche se llega tanto a la playa como a Francia.
Por ultimo, la dueña es un encanto como persona, además de atender el negocio con gran detalle. Nos ha tratado estupendamente y no ha dejado que nos faltara de nada.
Totalmente recomendable la visita a la casa rural Utxunea, para las personas con discapacidad como para las que no la tienen. Nuestra valoración: 9,9 sobre 10!
Espero que os sirva de utilidad este humilde comentario. Un fuerte abrazo.
GABRIEL
¿Por qué? porque toda su belleza esta basada en el sentido común de los que la levantaron. Enhorabuena
BEGOÑA
La experiencia ha sido super positiva, por varios motivos. Por un lado, la casa es muy comoda, esta perfectamente equipada y es a la vez acogedora, muy apropiada para ir familias con niños y niñas.
El entorno ofrece un montón de posibilidades, desde hacer recorridos por el entorno cercano sin necesidad de coger coche, hasta una gran variedad de excursiones por la zona, rutas, visita de localidades cercanas….
Para nuestros hijos e hijas ha supuesto una oportunidad unica de conocer de cerca la vida rural, contacto directo con el trabajo propio del caserio y del ganado, y de intentar por lo menos que valoren un trabajo que en nuestra vida de ciudad es invisible y por lo tanto no valorado.
Pero todo esto ha sido posible gracias a la acogida de MariaDo , que ha tenido un paciencia infinita con los niños, y ha sido capaz de transmitirnos con alegria y cariño su “quehacer” diario. Un abrazo y hasta la proxima.